En el mundo del fútbol, es común ver que un ídolo regrese al equipo que lo vio nacer. En nuestra liga, son varios los ejemplos de futbolistas que vuelven a su antiguo hogar. Ya sea porque quieren despedirse del deporte en el club de sus amores, quieren ayudar a su equipo a conseguir títulos, o simplemente esperan escribir capítulos pendientes con ese conjunto que un día les dio la posibilidad de saltar a una cancha como profesionales.
Un buen ejemplo es el de Faryd Mondragón, el arquero caleño de 42 años está viviendo su tercer episodio con el Deportivo Cali, debutó en la primera división con el equipo azucarero el 22 de julio de 1990 ante Santa Fe en Bogotá, regreso en 1994 y en 2012 lleno de experiencia, tras haber jugado en Paraguay, Argentina, España, Francia, Turquía, Alemania y Estados Unidos, volvió a convertirse en el cerrojo del conjunto vallecaucano.
Un caso similar es el de Agustín Julio, el ex portero, ahora gerente deportivo de Independiente Santa Fe, dio sus primeros pasos en la primera división junto a la institución cardenal y en 2011 se retiró del profesionalismo vistiendo los mismos colores con los que empezó, luego de un largo recorrido por el fútbol colombiano, luego de defender los arcos de Junior, Once Caldas, DIM y Tolima.
Hace poco, vimos el regreso de Juan Pablo Ángel a Atlético Nacional, el delantero paisa está luciendo la camiseta con la que debutó hace 20 años. En 1993, angelito, como es conocido por su afición, se puso por primera los colores verde y blanco y debutó en la A. Después tuvo un largo camino de 16 años fuera del país, para volver en el 2013.
Estos son ejemplos de algunos experimentados que retornaron a su antigua casa luego de una larga carrera deportiva y de ganar toda la experiencia posible. Sin embargo, algunas veces ese retorno puede ocurrir antes de que el jugador esté pensando en darle las últimas pinceladas de su obra deportiva.
Ese es el caso de Juan Pablo Pino, quien dio sus primeras muestras de talento llevando en el pecho los colores azul y rojo del Deportivo Independiente Medellín y en 2013 volvió para seguir con haciendo historia con el llamado “Poderoso”.
El 15 de octubre de 2003, el entonces Gerente Deportivo del DIM, Libardo Serna Ángel, le pedía a la Dimayor que inscribiera por primera vez a Juan Pablo Pino para ser parte del equipo. El jugador, con tan sólo 16 años, entraba en la nómina del conjunto antioqueño como un amateur o aficionado a prueba.
4 días más tarde, Pino figuró en una planilla del equipo, en un torneo profesional, pero de reservas. Deportivo Independiente Medellín enfrentó a Unión Magdalena, en un partido que terminó ganando como local 2 por 1, pero el joven cartagenero sólo estuvo en el banco de suplentes y no piso el campo de juego.
Como aficionado a prueba tuvo algunos acercamientos al primer equipo y disputó algunos minutos. Incluso, en su hoja de vida aparece el título que consiguió el conjunto rojo de la montaña en 2004, porque si bien, Juan Pablo Pino no figuraba dentro de los profesionales inscritos, sí formaba parte de la nómina.
Con esa figura de amateur a prueba estuvo hasta el segundo semestre de 2005. El 6 de julio de ese año, el Medellín le solicitó a la Dimayor la inclusión de varios jugadores aficionados, donde Pino al igual que algunos futbolistas quienes hoy son profesionales estaban en la lista. Esa fue la última vez que este mediapunta fue alineado con esa denominación de aficionado.
En el 2006, finalmente Juan Pablo Pino cumple su primera meta. El 31 de enero, antes de iniciar el primer campeonato del año, el club envía una solicitud de inscripción del cartagenero como profesional, con 18 años y próximo a cumplir los 19. Allí estuvo hasta el 2007, donde mostró todo su talento y capacidad dentro del campo. Además en ese entonces fue llamado a la convocatoria de la Selección sub20, con la que participó en el torneo centroamericano sub 21, disputado en Colombia y en el sudamericano sub 20 en Paraguay.
Juan Pablo Pino logró salir del país para jugar en canchas europeas en el 2007. El primero de febrero llegó el Certificado de Transferencia Internacional (CTI) desde la FIFA, para que fuera a jugar al A.S Mónaco de Francia. Fuera de los campos colombianos, este joven no sólo aportó con su fútbol en los campos galos, también pasó por Bélgica, Turquía, Arabia Saudita y Grecia.
Ahora luego de 7 años conquistando canchas alrededor del mundo, regresó a su antigua casa proveniente desde el Olympiacos. El mismo hogar que lo inscribió hace casi 10 años como un aficionado a prueba, ahora lo vuelve a traer a sus filas, como la gran figura y como una de las esperanzas para que Deportivo Independiente Medellín busque su sexto título en la Liga Postobón.
Si bien, son muchos los que regresan a su primer hogar cuando están cerca del retiro, Juan Pablo Pino está de vuelta para escribir un nuevo capítulo con tan sólo 26 años. Con juventud pero al mismo tiempo lleno de experiencia este cartagenero buscará que Medellín sea “Poderoso”.